El primer Nombramiento “El buen nombre“
Por ello después de Dios, Adam fue el primer ser parlante que comenzó a nombrar las cosas a razón del alma con que fueron creadas. Un fórmula que consiste en combinar letras mediante vocales hacia una determinada dirección, la cual puede ser a favor del sol o en contra, siendo esta la razón real del porque la dirección de la escritura y su finalidad.

Así pues sin más adentremonos de lleno en la lección de onomástica. Cuando se invoca un nombre, se debe tener en cuenta dos aspectos: El sonido y el trazo ya que es el Espíritu y Cuerpo de la existencia misma. Así es que el buen nombre debe ser dignificado con un buen cuerpo o viceversa, porque la aventura del trazo pronunciado por sus progenitores empieza con la primera letra, que es la primogénita; es la que domina al resto, siendo la segunda letra la esposa que sujeta la cabeza y decide cómo y por donde va a ir ese nombre junto con su alma, la cual necesita “sus hijos“ que son el resto de letras, teniendo en cuenta que las vocales en si son conectores de las Letras. Véase como ejemplo* el nombre de Is-Ra-eL la I es dominante y la R es la que vincula la L siendo las vocales “conectores“ de consonantes.
Luego podemos ver la construcción similar de cara al individuo y su herencia familiar o dicho de otro modo los Apellidos. Por eso observamos el mismo proceso pero realizado erróneamente en castellano. Así es por ejemplo en el caso de Carlos Garcia Fernandez. El nombre Carlos es quien domina frente al resto, siendo el vinculador el apellido del padre y el segundo el de la madre, lo cual el carácter vinculador femenino es anulado de cara a la ordenación de apellidos, porque el padre está por delante de la madre, lo cual implica que la madre no ejerce como bisagra que conecta al padre y al hijo como biológicamente ocurre. Ya que las madres están seguras de que son sus hijos son los que alumbra cosa que los padres no ...
Quizás pudiera parecer algo no tan superflua la propia ordenación, porque si uno conoce las leyes de la herencia genética las cuales ya se ha demostrado que es la genética de la madre la que tiene mayor peso en el individuo, ya que la transmisión del ARN es del padre y el ADN está en la madre, siendo la primera la que se disuelve en la progenie. E aquí por ejemplo del porqué en el caso del judaísmo e Islam se transmiten matrilineal exclusivamente, siendo una no sorpresa que la Inquisición Española invirtiera el orden de los factores, para a “ver si así se puede alterar el producto“ en el caso de la identidad Israelita en los castellanoparlantes.
Más téngase en cuenta que una vez logrado el objetivo del nombre este se desecha como el viejo cuerpo que es abandonado una vez fallecido por el alma para volver a reencarnar bajo otro nombre y otro cuerpo, siendo la reencarnación la forma de elevar los nombres y darles una dignidad acorde al tiempo, ganando o no puntos con ello, acorde a la kabala.
Así deseo que sea grato el artículo y os lleve a pensar en el porqué del Nombre de las cosas porque este es lo que la cara para el cuerpo, la parte más trascendental en el universo, por eso si puedo ayudarte al Nombramiento contacta conmigo.