El Hombre Arma II

 




En el filo de la lengua

Permítame mi autoritarismo, observe por unos segundos la espada, su larga y delgada forma, la plata que refleja la luz del acero forjado,  metal poderoso que acompaña al bien y mal, observe el guardamanos la belleza que recubre el puño que se alza para golpear. Desde la diestra que castiga a la siniestra que se alza en deseo, porque no hay lengua que no quiera imponer su voluntad, la fuerza de la mirada y el azote de los ojos que lo han entendido todo, ya que han conocido muerte para entender vida. Siendo el Arriaz la balanza que sostiene todo mi ser, retenido en mi derecha y expresado en mi izquierda, siendo Yo, el Unico, el Señor, el Soberano, el Dueño y El principio del Fin de mi efímera existencia en este cuerpo; siendo el Instrumento mejor afilado y refinado quien me permite Ser quien es capaz de derrotar a los Dioses.


AQUI MI VOLUNTAD