El Campo de Marte y la educación nacional


 

“Soy todo espada, se trata, pues de un hombre que en tal trance concreto es sobre todo espada, porque en su filo tiene puesto ahora todo el empeño de su ser, o sea, que está empeñado todo entero en el filo de la espada; un hombre, en fin, que, arrebatado en ansias de venganza, se hace o se siente todo espada, lo cual es exactamente lo opuesto de una espada que de crecer y crecer, brazo arriba, cuerpo avante, hasta llegar a creerse y arrogarse ella sola, el hombre entero.“



Campo de Marte y el ejército nacional

Rafael Sánchez Ferlosio